Sentirse vulnerable

Han sido meses duros. Meses donde el NO ha predominado. He pasado muchas propuestas a empresas que tienen valores y objetivos alineados con los objetivos y valores de cocinaymente. Propuestas que he estructurado desde el fondo de mi corazón, con toda la pasión que me caracteriza y con la certeza de que agregarían valor a los usuarios. Sin embargo varias han sido rechazadas por diferentes motivos.

He intentado proponer talleres, y varias personas han manifestado su interés pero no se han inscrito. La cantidad de personas que visitan a @saracocinaymente han disminuido y las librerías han vendido menos libros…

Sería una mentirosa si les dijera que todo esto no me ha aporreado. Claro que me ha aporreado y mucho. Y por un tiempo llegue a pensar qué era yo. Pero resulta que no. Al parecer somos todos. Todos los emprendedores y de diferentes áreas con quienes he compartido mis “lamentos”, están viviendo algo similar. La energía está baja, se puede sentir.

Por un tiempo interpreté todo este huracán como tristeza, impotencia y rabia… hoy entiendo que simplemente estoy vulnerable. Y la vulnerabilidad no es sinónimo de miedo, ni de fracaso, tampoco de depresión. Es una emoción muy fuerte, pues nos sabemos expuestos. Todos los que estamos creando y compartiendo, desde una receta hasta un vestido o una charla, estamos expuestos al DESEAR entregar. Y si venimos acostumbrados a recibir algo, y si ese algo ( felicidad, atención, mensajes, reciprocidad, aprobación ) es menor de lo que esperábamos, entonces, es apenas humano que lo interpretemos como que “hicimos algo mal”.

Por fin he logrado salirme desde este punto de vista y observarme.  Y al observarme lo que veo es que sigo siendo consecuente, signo entregando con el mismo amor y la misma pasión, sigo queriendo cambiar así sea una gótica del mundo a través de ayudar a las personas a vivir mejor y en bienestar. Con cada galleta, cada frase, cada video, cada taller, pretendo generar curiosidad y felicidad. Pretendo DAR. Entonces, sí: Soy vulnerable, soy humana, estoy expuesta,  pero eso, hoy, me hace sentir orgullosa. De mi vulnerabilidad nace mi resiliencia.

Compartir: